En él, Hamel nos habla del fin del management «tal como lo conocemos», esto es, del taylorismo y la burocracia weberiana. Un modelo mental que ha generado una enorme prosperidad (ha multiplicado por cinco la productividad en la primera mitad del siglo pasado), pero que ya no sirve en la era del cambio acelerado, de la digitalización, de internet, de la gloalización. La división del trabajo, la jerarquía, los gestores trabajando para los dueños, la descripción de puestos de trabajo forman parte de un ADN inquietante para los nuevos tiempos.
Para cambiar el paradigma es imprescindible, nos cuenta Hamel, una revolución en la innovación en la gestión (de la gestión de la innovación a la innovación en la gestión) que impacta en la planificación estratégica, la presupuestación, la gestión de proyectos, la selección y promoción, la formación y el desarrollo, la comunicación y la gestión del conocimiento, la evaluación y la compensación.
¿Ejemplos? Whole Foods Market, Whirlpool, W.L. Gore, Google, Semco. Todas, empresas preferidas para trabajar que han cambiado las reglas del juego.