La Verdad siempre trataba de acercarse a la gente, de entrar en sus hogares, pero era despreciada y humillada, pues nadie la quería por sus vestiduras tan sencillas.
Un día, la Verdad andaba caminando llorosa, muy triste por todo lo que le ocurría, hasta que de pronto se encontró a alguien muy alegre, divertido, vestido con colores muy llamativos y elegantes y al que toda la gente saludaba!!!…..Era la Parábola!!!
En ese momento, la Parábola vio a la Verdad y le dijo: «Verdad, ¿por qué lloras?»
La Verdad le respondió: «La gente me desprecia y me humilla. Nadie me quiere, ni me aceptan en sus casas.»
La Parábola le respondió: «Claro, Verdad… entiendo cómo te sientes; lo que pasa es que tienes que vestirte como yo, con colores y elegante….y verás el cambio.»
Entonces, Parábola le prestó uno de sus vestidos a Verdad y desde aquel día, como un milagro, de repente, la Verdad fue aceptada por la gente y era querida por todos…
¿Por qué le ocurría esto a Verdad? Porque muy pocas personas aceptan la Verdad desnuda. Muchos la prefieren disfrazada con ropas de Parábola.